Dejar volar la imaginación (microrrelato)

A ella le bastó con verlo, para que su cabeza empiece a rodar. Y es que había algo en su manera de hablar que la cautivó. 

Desde pequeña, era su forma de entretenerse. Las historias aparecían en su mente como por arte de magia, creando guiones, construyendo escenarios. 

A veces temía cruzar la línea y perder su cordura, pero era más fuerte la tentación de sumergirse en la ficción. 

Por esto, no le pareció extraño descubrir su final. Había traspasado ese límite y ya no lo podía controlar. 

Podría haber ocurrido en cualquier lugar y con otros espectadores,  pero fue en esa habitación donde todo terminó. 

Cuando se abalanzó contra él, interrumpiendo su alocución, no fue suficiente su instinto de supervivencia para frenar su deseo voraz.

Al recobrar el sentido, cayó en la cuenta que había perdido. Pero sintió alivio cuando recordó, que por un instante su imaginación había vencido. 


Podes acompañar este relato con buena música, yo te sugiero: Puente - Gustavo Cerati



Comentarios

  1. Y lo bueno es que la imaginación vuela sin que por ello le haga falta Red Bull.

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    Respuestas
    1. Y es la mejor manera de viajar sin alas!

      Gracias por tu comentario. ❤

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